(Escrito en Febrero 2011)
-La vida no se nos da hecha sino por hacer, la vida no es el presente, ya que este lo solucionamos por medio de las costumbres o los llamados usos sociales, que al aplicarlos, nos permiten saber que hacer en cada momento; lo que verdaderamente necesitamos decidir responsablemente, es nuestro futuro y necesariamente tenemos que hacerlo anticipadamente, es decir tenemos que planificarlo y decidirlo con anterioridad.
La realidad de la vida no es nuestro mundo exterior (realismo), tampoco es la conciencia (el individuo) que tengamos de él; la realidad completa está compuesta por el yo y por las cosas, y estas se nos presentan cada día en forma de problemas o de facilidades; considerando cosas no solo las tangibles (objetos), sino también las que nos ocurren como hechos o acontecimientos.
La realidad de la vida no es nuestro mundo exterior (realismo), tampoco es la conciencia (el individuo) que tengamos de él; la realidad completa está compuesta por el yo y por las cosas, y estas se nos presentan cada día en forma de problemas o de facilidades; considerando cosas no solo las tangibles (objetos), sino también las que nos ocurren como hechos o acontecimientos.
El que la vida consista en lo que todavía no es, aporta a la vida del ser humano el ingrediente de inseguridad imprescindible que es la preocupación (ocupación serena y responsable), es decir nos despierta el sentido de anticipación de la problemática en que nuestra vida realmente consiste, en palabras de Ortega: “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”
Es claro por ello, que el hombre hace su vida valiéndose de las circunstancias que le rodean, es decir la vida no se nos da hecha, pero si con que hacerla, y ello es la circunstancia, que nos permite decidir el hacer que supondrá nuestro futuro.
El hombre tiene que asumir además como circunstancia, toda la carga de su pasado lo mismo que asume su futuro. El presente es donde se resume y se condensa todo el irrenunciable pasado que se nos impone como desgracia o infelicidad, mientras que el futuro se nos impone como destino, y ambos siguen siempre al ser humano como la sombra sigue al cuerpo. Estas dos realidades parecen no querer ser asumidas por las nuevas generaciones, pero los hombres y los pueblos tienen que asumir responsablemente tanto su pasado como su destino, sino quieren ser inevitablemente arrastrados por los acontecimientos.
“El ser humano rinde al máximo cuando adquiere plena conciencia de sus circunstancias” o dicho con otras palabras, “la reabsorción de las circunstancias es el destino concreto del hombre”
Como ya he manifestado en otras ocasiones, el pensamiento de Ortega significa aire fresco y soluciones reales perfectamente aplicables para nuestro tiempo y nuestras circunstancias, pero por si alguien considera los argumentos faltos de contundencia, quiero utilizar como refuerzo el pensamiento del mejor científico del siglo XX, un contemporáneo suyo, Albert Einstein cuando afirma aquello de:
“The significant problems we face today cannot be solved at the same level of thinking we were at when we created them”
(La solución a cualquier problema que nos enfrentemos hoy, no puede ser encontrada nunca utilizando el mismo nivel de pensamiento que fue usado cuando dicho problema fue creado).
Lo que Einstein pide a gritos en su pensamiento es la imperiosa necesidad de un cambio de paradigma para encontrar una solución válida, y es en ello y no en otra cosa, en lo que está basado todo el proyecto del cambio social ideado por Ortega.
(Recopilado con humildad y en el único deseo, que su conocimiento pueda servir para dar esperanzas a tanta gente que sufre, mostrándolo como un ejemplo de que existen soluciones que pueden ser también tomadas a nivel individual)
Saludos cordiales.
Einstein nos está diciendo con su frase: "la solución a cualquier problema...." todo lo que Ortega quiso plasmar con la suya: "yo soy yo y mi circunstancia....". Es decir, cualquier circunstancia o problema que atravieses, no lo vas a solucionar con planteamientos de otras épocas, debes acudir a tu propia visión actual. Y me remito de nuevo a Ortega con su frase: "El ser humano rinde al máximo cuando adquiere plena conciencia de sus circunstancias".
ResponderEliminarExcelente análisis sobre la visión de la vida. Ortega, en su libro "la rebelión de las masas", definió a dos clases de hombres: los hombres-masa, y las minorías. En estos momentos, pienso que estamos viviendo la época de "los hombre-masa"
Muchas gracias amiga por dedicar tu tiempo y saber al analisis del Post y enriquecerlo con tus comentarios, efectivamente los humanos hacemos la mayor parte de la vida utilizando recetas heredadas y aprendidas de nuestros mayores, eso nos oculta muchas veces la Realidad que nos negamos a admitir, sencillamente porque nos crea la necesidad de afrontarla y eso cuesta esfuerzo y obliga.
ResponderEliminarEfectivamente el hombre masa, es el acomodado a sus rutinas, que gracias a los avances de las tecnologías, le han beneficiado con tal grado de bienestar, que no siente la necesidad del esfuerzo necesarío para su desarrollo individual, tan preciso para crear su propio criterio para aportar valor al conjunto social colectivo.
Gracias y un cordial saludo.