domingo, 27 de noviembre de 2011

P#09) ¿Estamos viviendo un incumplimiento del contrato?

  (Escrito en Diciembre 2.010)
(REFLEXIONES PARA CIUDADANOS Y POLÍTICOS)
Como buscador infatigable de la Verdad, meses atrás leí el libro de las Confesiones de Rousseau, y quedé tan sorprendido con algunos pasajes del libro y lo aplicables que eran a la actual situación que vivimos en España, que me he atrevido a contar aquí algunos de los puntos más significativos, por si pudieran servir al interés general.
LA NECESIDAD:
A mediados del Siglo XVIII el gran pensador suizo J. J. Rousseau se marcó el noble objetivo de encontrar una solución, que acabara con tanto error y tanta mentira, que promovida por intereses bastardos, habían hecho desaparecer la Verdad del Universo:
“A fuerza de reflexionar, solo veía error y miseria en el orden social reinante, entonces, me creí nacido para disipar todas aquellas tropelías. Yo que siempre había sido bueno, desde aquel momento fui virtuoso o al menos un apasionado por la virtud”.
“Me formulé que tenía que encontrar una forma de asociación que defendiera y protegiera de toda fuerza agresiva a la persona y a los bienes de cada asociado, y que por virtud de la cual, cada uno uniéndose a todos, no obedeciera sino a sí mismo y quedara tan libre como antes”.
LA SOLUCIÓN:
Este era el problema fundamental y a la solución que encontró lo llamó: ‘El Contrato Social’. (Publicado en 1.762):
“Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de ‘la voluntad general’ y nosotros recibimos además a cada miembro como parte indivisible del todo. Este acto, produce inmediatamente, un cuerpo moral y colectivo, el cual recibe de este mismo acto su unidad, su yo común, su vida y su voluntad”
“La persona pública que así se forma por la unión de todos, será llamado por sus miembros Estado. Los asociados, toman colectivamente el nombre de Pueblo y en modo particular se llamarán Ciudadanos”.
“Una sana y fuerte Constitución es la primera cosa que es preciso buscar. Y se debe contar más con el vigor que nace de un buen Gobierno, que con los recursos que proporciona un gran territorio”.


EL DETERIORO:
“Pero cuando el nudo social empieza a aflojarse y el Estado a debilitarse; cuando los intereses particulares empiezan a hacerse sentir y las pequeñas sociedades a influir sobre la grande, el interés común se altera; ya no reina la unanimidad en las voces; ‘la voluntad general’ ya no es la voluntad de todos”.
“En fin: cuando el Estado, próximo a la ruina, no subsiste sino por una fórmula ilusoria y vana; cuando el vinculo social se ha roto en todos los corazones; cuando el más vil interés se ampara descaradamente en el nombre sagrado del bien público, entonces ‘la voluntad general’ enmudece; todos guiados por motivos secretos, no opinan ya como ciudadanos, como si el Estado no hubiese existido jamás, y se hacen pasar falsamente por leyes decretos inicuos, que no tienen más fin que el interés particular”.
El ‘Contrato Social’ fue utilizado como garante por parte de los ideólogos de la revolución francesa (1.789). Rousseau fue considerado el padre espiritual de la nueva era y de la Constitución francesa, que dio paso a la República francesa (1.792).
Como español, siento gran intranquilidad ante la situación política actual, y me permito recordar a toda la ‘clase política que padecemos’ que existe una copia de las obras de Rousseau de la edición suiza de 1764 en la Biblioteca del Congreso de los Diputados de Madrid.
Saludos cordiales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario