(Escrito en Enero 2.011)
Se puede llamar “PROGRESISMO” a quitar el pan y la sal a más de 5 millones de españoles, y por tanto a sus familias.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a devolver a una gran parte de las familias españolas lo que Franco les había quitado en la décadas de los 50/60, ‘la miseria’.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a estar endeudados de por vida, como lo están varios millones de españoles con el tema de las hipotecas y sus ultra- devaluadas viviendas.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a los continuados esfuerzos por destruir ‘la familia’ y los grandes principios tradicionales que esta representa.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a la obsesión por dividir la sociedad en buenos y malos, argumentando siempre que los malos tienen todas las culpas de los problemas que con clara evidencia ‘ellos’ como responsables políticos, son incapaces de resolver.
Solo con mirar la evolución de los últimos años tenemos la explicación de lo que realmente significa “PROGRESISMO”; esa política sectaria que origina que el pueblo sencillo sea cada vez más pobre, menos libre y se encuentre mucho más controlado, mientras que los promotores de la idea y su enorme cohorte de paniaguados “PROGRESAN DESCARADAMENTE”.
¿Puede la sociedad española comprar y compartir estas trasnochadas ideologías, como algo adecuado y conveniente para el siglo XXI, por mucho que se empeñen la mayoría de los medios de comunicación, que cada día se meten con mayor fuerza en nuestras casas, tratando de justificar lo injustificable con burdas mentiras?.
Si no somos capaces de despertar, reflexionar y darle la vuelta a esta tristísima historia, yo como humilde ciudadano bien que lo siento, tendremos que seguir esperando que algún día, se produzca la esperada maduración de nuestra querida sociedad, y mientras tanto tranquilos, “Dios proveerá”
Saludos comunidad.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a devolver a una gran parte de las familias españolas lo que Franco les había quitado en la décadas de los 50/60, ‘la miseria’.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a estar endeudados de por vida, como lo están varios millones de españoles con el tema de las hipotecas y sus ultra- devaluadas viviendas.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a los continuados esfuerzos por destruir ‘la familia’ y los grandes principios tradicionales que esta representa.
Se puede llamar “PROGRESISMO” a la obsesión por dividir la sociedad en buenos y malos, argumentando siempre que los malos tienen todas las culpas de los problemas que con clara evidencia ‘ellos’ como responsables políticos, son incapaces de resolver.
Solo con mirar la evolución de los últimos años tenemos la explicación de lo que realmente significa “PROGRESISMO”; esa política sectaria que origina que el pueblo sencillo sea cada vez más pobre, menos libre y se encuentre mucho más controlado, mientras que los promotores de la idea y su enorme cohorte de paniaguados “PROGRESAN DESCARADAMENTE”.
¿Puede la sociedad española comprar y compartir estas trasnochadas ideologías, como algo adecuado y conveniente para el siglo XXI, por mucho que se empeñen la mayoría de los medios de comunicación, que cada día se meten con mayor fuerza en nuestras casas, tratando de justificar lo injustificable con burdas mentiras?.
Si no somos capaces de despertar, reflexionar y darle la vuelta a esta tristísima historia, yo como humilde ciudadano bien que lo siento, tendremos que seguir esperando que algún día, se produzca la esperada maduración de nuestra querida sociedad, y mientras tanto tranquilos, “Dios proveerá”
Saludos comunidad.
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