El gran problema de las ideologías basadas en la razón, es que son creadas artificialmente y por lo tanto no sentidas por el ser humano; al mismo tiempo estas resultan muy fáciles de alimentar y manipular por medio de los fanatismos, y son ellos los que sustentan y fomentan los enfrentamientos sociales, siempre abanderados por los intereses de los partidos políticos; siendo ellas en definitiva las que han configurado el desafortunado circulo vicioso que llevamos padeciendo en España desde finales del siglo XIX.
Hoy nuestra sociedad, al igual que la mayoría de las Occidentales, sufrimos de un tremendo desencanto social provocado por la decepción de las clases dirigentes, tanto de los Gobiernos como de las principales Instituciones. Estos, han demostrado un absoluto desinterés por los ciudadanos y su seguridad; manifestando al mismo tiempo una enorme falta de ejemplaridad, agravada por un descarado abuso en beneficio de sus familiares, amigos y colegas de partido.
A las masas de ciudadanos nos correspondía la docilidad y la confianza en las clases dirigentes pero llegados a este punto de decepción: ¿cuales son ahora nuestras posibilidades? ¿tenemos o no tenemos soluciones y/o alternativas para defender nuestros intereses?
Desbandada general, sálvese quien pueda, o utilizar las ventajas de nuestra Era, denominada de la Información y el Conocimiento, para promover a nivel social una nueva visión del hombre tanto a nivel individual como colectivo, una forma nueva de concebir nuestra existencia. En definitiva generar lo que se conoce como un Cambio de Visión, un Cambio de los Conceptos, un Cambio de Paradigma.
Tradicionalmente los idealistas de la Izquierda han batallado con su escudo de la Libertad, enfrentándolo a los dogmas de la Religión defendidos por los Conservadores. Los primeros, no conciben la existencia del Espíritu en el ser humano y por ello, lo combaten con el fanatismo de su ideología.
Hace ya 100 años un ilustre español que nos conoció en profundidad, y que durante una importante etapa de su vida militó en el partido socialista, nos dejó un gran legado que explicaban los enormes bandazos ideológicos de nuestra historia, resumiéndolos como: Libertad ante todo o todo menos Libertad. Al mismo tiempo, él no se cansaba de postular su solución, llamándola Libertad y todo lo demás:
"No se puede vivir sin Libertad, pero tampoco se puede vivir de Libertad; para vivir es necesario coexistir con muchas cosas, luego Libertad y todo" (Ortega y Gasset)
Los resultado de las recientes elecciones Andaluzas en España, han sido para mi una clara estampa de la sociedad vista por los ojos del maestro. El individualismo español como incapacidad para aportar valor social, el individualismo como mecanismo de auto defensa. Una falta de visión colectiva motivada por una alarmante falta de desarrollo personal, ese valor que nos otorga la necesaria seguridad para ser capaz de crear valor y aportarlo a la Comunidad social.
Hoy, en los comienzos del siglo XXI se habla mucho en todo Occidente, no ya de la Inteligencia como generadora de la Razón y sus consecuencias, sino de la importancia de la otra Inteligencia, la Emocional, esa que habita en nosotros de mucho más antiguo que la Razón y que responde a los estímulos, controla sentimientos y por lo tanto gobierna nuestros estados de animo.
Si avanzamos un poco más, y ya que hemos hablado de la necesidad de un cambio de Visión, llegamos de lleno a encontrarnos con el Paradigma denominado de la Persona Completa, es decir ese que contempla a una nueva visión del ser humano, y que lo considera, valorando todas sus potencialidades intrínsecas y por tanto, todas sus inteligencias y sus posibles capacidades de desarrollo.
Considera esta visión, todas nuestras inteligencias controladoras: Una para nuestro Cuerpo; otra para nuestra Mente; otra que controla nuestros Sentimientos y por último y más importante, la que es fuente de inspiración de todas ellas, es decir la inteligencia Espiritual como controladora del alma y la transcendencia, esa que nos permite la comunicación con el resto del Universo, del cual todos formamos parte ineludible.
Las personas de este Siglo XXI, que será conocido como el Siglo de la Sabiduría, hoy, por primera vez a lo largo de la existencia del hombre sobre la Tierra, tenemos la obligación de aprender a gestionarnos a nosotras mismas. En estos tiempos que vivimos, difícilmente encontraremos ya un trabajo donde nos contraten unicamente por nuestras habilidades corporales, es decir que nos consideren como una cosa física capáz de realizar una labor corporal; porque producción industrial de esa ya no queda, es decir la mentalidad del palo y la zanahoria ha pasado ya a ser parte de la historia.
Para auto-gestionarnos, inevitablemente tenemos que desarrollar no solamente nuestro cuerpo, sino el resto de nuestras potencialidades: la mental, la emocional y la espiritual. Por lo tanto y sin mucho tiempo que perder, todas las personas independientemente de nuestra edad, nos encontramos frente a dos caminos perfectamente definidos, y será nuestra exclusiva Responsabilidad, el elegir por cual de ellos queremos avanzar:
- Uno muy amplio y enormemente transitado hacia la Mediocridad.
- Otro más trabajoso, pero mucho más seguro y reconfortante, hacia la Grandeza y el Sentido.
Las manifestaciones más elevadas que posemos alcanzar entrenando y alimentando nuestras inteligencias humanas son: La Disciplina para el Cuerpo. La Visión para la Mente. La Pasión para las Emociones y La Conciencia para el Espíritu. Y como resumen y compendio de todas ellas, optendremos una enorme Seguridad y Auto-conciencia que nos permitirán caminar por la vida no tanto siendo personas de Éxito, pero si siendo personas de Valor.
Amigos, suelo tener por costumbre el terminar los relatos con una frase y esta vez lo haré con un antiguo principio griego que resume bien el espíritu de estas reflexiones y que dice:
"Conócete a ti mismo; contrólate a ti mismo; y date a ti mismo"
Muchas gracias a todos y un cordial saludo a aquellos que deseen gastar un rato más de su tiempo y les apetezca compartir su opinión en comentarios o bien distribuyendo este desinteresado escrito.
Conservaros buenos y saludables.